viernes, 25 de mayo de 2018

Guerrera



Abrazada por las lenguas de fuego,
la oscuridad de una noche sin luna,
sin viento, sin estrellas, sin fortuna,
sin calma, sin cobijo, sin sosiego.

Así fui encontrada y así me entrego:
corazón sin muro o defensa alguna,
palabra intencionada que importuna,
que juega rebelándose en el juego.

Podría ser escasa mi armadura
contra un mundo feroz y bien armado,
contra sus malas artes y conjuras.

Es, quizá, mi intento desesperado
sin saber si estoy sola o a la altura
de aniquilar el veneno inculcado.