sábado, 20 de julio de 2013

Quiero...aún.

En la playa de mi vida las horas pasan, las penas lloran, los días brillan, las nubes viajan. Conmigo: mi sombrilla -a veces compañera, a veces enemiga- me resguarda de la lluvia, me protege del sol, me ofrece su abrigo pero también me aísla... sólo a veces.
En la playa de mi vida han comido tortugas, amanecido diosas, morado primaveras,... ha sido mi refugio y mi castigo, la muda testigo de mil amores, de despedidas y adioses... Muchos son los poemas y muchas las historias que, como granos de arena, han hecho crecer mi playa, han acompañado y abrazado al agua en la orilla y han dibujado mis huellas en su regazo.

Ya han pasado 21 años desde la primera vez que abrí los ojos y vi por primera vez la luz de un quirófano... y más tarde la del sol. Veintiuno, veinte más uno, desde que atraqué en mi playa de arena y montaña, de agua y aire, de fuego y alma.
Y, aunque han pasado muchos menos -unos cinco-, si hay una historia y unos versos que quisiera compartir, son los que desearía grabar para siempre en la arena, para recordar lo que soy, lo que quiero y lo que no querría olvidar: Esa última estrofa de un poema, con sus cuatro versos, resumiendo las intenciones de mi vida, los sueños de mi corazón y la luz que -espero- ilumina mis ojos y me alienta a abrirlos cada mañana:


[...]
Quiero navegar por el azul cielo,
entre las nubes de seda, sin tregua,
pero sin alzar los pies de la tierra
para nunca olvidar de dónde vengo.
                                                  -> "Quiero" Sarit F. Otero. Mayo 2008.




3 comentarios:

  1. No te conozco pero se quién eres. No hablo contigo pero se de tí. No te he visto jamás pero a veces te veo.
    A tu madre le dije algo parecido un día: "Estás tan lejos y a la vez tan cerca...
    Sois dos fortalezas, madre e hija que aman, sueñan y sobreviven. Dios os quitó y Dios os dió, pero como tú bien dices Sara, nadie dijo que ésto fuera a ser fácil... para nadie lo es, para mi tampoco.
    Yo lo sé y tu madre también porque ambos somos padre y madre. De todos los dolores, sufrimientos y alegrías, la de los hijos es la más intensa y brutal para el alma.
    Quiérela siempre y sin condiciones porque ella da sin límites, ama sin límites y también sufre sin límites.
    Estoy seguro que tú Sara siempre saldrás victoriosa de todo, incluso de ésta aventura literaria. Es sorprendente lo que trasmites con tus palabras. Enhorabuena y suerte en tu vida.
    Javi.

    ResponderEliminar
  2. Mi niña, mi tesoro, Qué orgullosa estoy de permanecer a tu lado en la playa de tu vida, de haber sido la que te trajo hasta aquí y guió tus primeros pasos sobre la arena. Ahora tus pasos son firmes, seguros, no necesitas los míos, pero sin embargo me dejas acompañarte y qué feliz soy de poder hacerlo. Hace veintiún años viste la luz, abandonaste mi vientre y, desde ese momento, después de haberte sentido durante nueve meses, mi vida cambió, una parte de mí se quedó en ti, mi vida pasaste a ser tú, repartiéndose después de cinco años con mi otro tesoro, tu hermano. ¡Cuánto tengo que agradecerle a Dios por teneros!.
    Sigue marcando firmemente los pies sobre la arena y, cuando algún día los míos dejen de marcar su huella, cuando el viento la cubra, sé que llevarás mi esencia allá donde camines porque siempre estaré contigo.

    Javi, mi gran amigo, mi amigo del alma, es una bendición saber que hay gente por el mundo como tú. Gracias por tus palabras. Nunca cambies... a pesar de los pesares...

    ResponderEliminar
  3. Muchísimas gracias a los dos por vuestras palabras. Significa mucho para mi que tantas buenas personas con tanto criterio me apoyen y animen; me ayuda a seguir luchando por aquello en lo que creo y por aquello que más quiero.
    Me alegra mucho, Javi, que te haya gustado mi blog y espero que sigas acudiendo de vez en cuando para echar un vistazo.
    A ti, mamá, la verdad es que ya no sé qué más decirte ni de qué forma nueva repetirte lo mucho que sabes que te quiero y la fuerza que me das y me has dado siempre.
    También os quiero agradecer que os molestéis en comentar aquí, que le déis un poco de vida al blog e interactuéis. Le agradezco también mucho a la gente que me sigue y comenta desde facebook y twitter, pero me hace especial ilusión cuando tengo comentarios aquí, porque no parece tanto que soy una mujer algo loca hablando para sí misma y las paredes... este blog toma otro color y torna otro cariz.
    Lo dicho, muchas gracias a los dos, muchas gracias a todo aquél que lo lea por tomarse su tiempo y muchas gracias a las musas, esas nueve deidades griegas que inspiran a los artistas; especialmente a Erato, la susurradora de las palabras de los poetas.
    Gracias a todos... y muchos abrazos.

    ResponderEliminar