martes, 3 de diciembre de 2013

Fugitivos


Con una copa de vino, 
sonreímos, sentimos, brindamos. 
Con una copa de vino, 
me enamoré de tus labios. 
Se cruzaron nuestros caminos 
bajo la luna de esparto 
que nos alumbró fugitivos 
en su noche de encanto, 
de misterios cautivos, 
de refugio de extraños. 
Con esa copa de vino 
que acunaste entre tus manos, 
nos entregamos al delirio, 
a los besos y abrazos, 
mil caricias de armiño, 
mil suspiros robados. 
Tus ojos a los míos 
en un embrujo capturaron, 
volvimos a ser niños, 
descubriendo y jugando,... 
Con una copa de vino, 
sonreímos, sentimos, brindamos 
y, al descubrirnos perdidos, 
nos encontramos.



2 comentarios:

  1. Ana María Fernández9 de diciembre de 2013, 23:50

    Precioso. Vas en el buen camino. Sigue así.

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    1. Muchas gracias... aunque con algo de retraso.
      Siento no haberlo visto antes.

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