miércoles, 30 de abril de 2014

Tu sonrisa

Abre despacio y sin querer los ojos
brillando en la luz de la mañana,
estírate, perezoso, en la cama
y bésame con esos labios rojos.

Abrázame con fiereza y arrojo,
extiende mi pelo sobre la almohada,
habla de todo, y habla de nada,
obsérvame hasta arrancarme un sonrojo.

Yo acallaré, junto a ti, mil suspiros
mientras te escucho hablar, en silencio,
y después te susurraré al oído:

Tu sonrisa no es todo lo que quiero,
sino aquello que más necesito
para ser la más feliz por entero.



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