Yo quiero escribir algo feliz.
A través de mi ventana, la primavera llega con fuerza,
arrojando flores y derramando lágrimas de emoción. Ceres se viste de gala con
una sonrisa de esperanza y alivio en su corazón.
Yo quiero escribir algo feliz.
Las nubes la escoltan, formando claros por donde los rayos
del sol se escapan, marcando el camino. Brillantes baldosas doradas para la
doncella descalza. Sin zapatos rojos. Regresa a casa.
Yo quiero escribir algo feliz.
Los pájaros en la sierra cantan para los oídos que los
quieran oír. Pueden ser los de Blancanieves, los de Cenicienta o los de un
caminante que pase por allí, casi sin darse cuenta…
Yo quiero escribir algo feliz.
En algún lugar un niño juega. Oigo los juguetes. Oigo su
risa y sus carreras. Me detengo y me pregunto qué hará aquí. Podría escribir
sobre él… o quizá no. Mejor no. Mejor no empiezo así…
Yo quiero escribir algo feliz.
A mi alrededor no encuentro nada. Nada ven mis ojos, nada
escuchan mis oídos, nada tocan mis manos,… mi búsqueda no quiere llegar a su
fin. ¿Y si escribo sobre nada?
Yo quiero escribir algo feliz.
¿Es la nada feliz? ¿O es sólo nada? ¿O es todo nada? ¿O nada es todo? ¿Qué hago
siquiera aquí? Quedarme a pensar en todo y nada, deteniendo mi vida, quedándome
parada…
Y yo sólo quería escribir algo feliz.
¡Qué bonito!
ResponderEliminar¡Muchas gracias! Y gracias por comentar aquí.
EliminarMuy bonito Sara!!!
EliminarMuchas gracias, Josefina. Me alegro de que te guste.
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